El salón de tu casa es una de las habitaciones más importantes y su carta de presentación, ya que es el lugar donde sueles recibir a los visitantes. Por tanto, al momento de decorarlo es importante que muestres tu personalidad.
Uno de los estilos más apreciados en la decoración de interiores, es el clásico que nació en la Francia del siglo XVII. Este se caracteriza por la elegancia, lujo y esplendor que se inspiraba en la estética de las antiguas Grecia y Roma.
Este estilo ha sobrevivido hasta nuestros días, con el uso de elementos rebuscados que brindan un aspecto sobrio a la vez que elegante. Si quieres decorar tu salón siguiendo este estilo, conviene que tomes en cuenta algunas claves esenciales a fin de lograr el efecto visual deseado.
Lo primero que debes tomar en cuenta es que en el estilo clásico predominan las piezas grandes y los elementos rebuscados. Por lo general, es más conveniente utilizarlo en salones grandes, donde tendrás más libertad de jugar con el espacio.
Si quieres darle un estilo clásico a un salón de dimensiones reducidas, debes tener cuidado con los elementos que eliges. Aunque se busca un ambiente rebuscado, este no debe saturar el ambiente y hay que dejar libertad de movimiento.
Otro aspecto fundamental para lograr un verdadero estilo clásico es cuidar la simetría en el mobiliario y todas las piezas decorativas. Es decir, coloca dos jarrones iguales en una mesa o dos pequeñas sillas en un rincón o bajo una ventana.
En un salón clásico todas las piezas deben tener una personalidad poderosa y un papel que cumplir en el conjunto. Se busca la armonía visual que es característica de la estética griega y romana antiguas.
Un salón clásico soporta el paso del tiempo, porque se utilizan elementos de calidad que representan un estilo con mucha personalidad. Debes elegir muy bien cada una de las piezas decorativas y el mobiliario, caracterizados por líneas simples, excelente calidad y nobleza de los materiales.
No todos los estilos clásicos tienen las mismas características, por ejemplo el francés es más rebuscado, con elementos barrocos. Por su parte, el inglés suele ser más sobrio, caracterizado por un mobiliario robusto.
Mientras que en Rusia surgió un estilo más libre en el que se combinaban diversos estilos para crear un ambiente ecléctico. Siguiendo esa tendencia, puedes combinar el estilo clásico con algunos elementos modernos o románticos, para crear una atmósfera más contemporánea.
Este es uno de los básicos en el estilo clásico y comienza con los tonos a utilizar en las paredes, donde deben predominar los tonos claros. Los blancos, grises, beige o una paleta pastel combinan bien con este estilo.
Se busca dar sensación de amplitud y crear un ambiente tranquilo, que llame al descanso y la relajación. Se pueden agregar elementos de colores más fuertes en algunos accesorios como cojines o combinaciones de las cortinas.
El uso de diferentes texturas es muy importante en el estilo clásico, para dar la sensación de lujo y elegancia. Una buena forma de lograr revestimientos atractivos y económicos es utilizando papel pintado para colocar en una pared o parte de esta.
Lo más conveniente es utilizar estampados florales o con figuras clásicas, que tengan tonos dorados o plateados. No obstante, no conviene recargar con estos porque tiende a perderse la armonía visual.
Este es uno de los elementos fundamentales en la decoración clásica, porque se deben seleccionar muebles robustos, con cuerpo de madera. Por lo general las patas suelen estar talladas con distintas figuras y las maderas deberían ser nobles.
El tapizado debe ser rico, brindar sensación de solidez a la vez que te invite al descanso, con telas cálidas como el terciopelo o la seda. Si estás buscando los muebles perfectos para tu salón clásico, visita www.mobiliarioclasico.es, donde vas a encontrar gran diversidad de modelos.
En el estilo clásico predominan los estampados fuertes en distintos elementos, que van desde el tapizado de los muebles hasta las cortinas. Igualmente, los revestimientos de las paredes se pueden hacer con telas pesadas como brocados o adamascados, que darán un aspecto muy lujoso.
No debes descuidar este elemento, porque será un complemento importante de la decoración clásica. Por lo general, se suelen combinar telas pesadas en los laterales de colores intensos como el rojo, uso de cenefas y en el centro tonos claros para permitir la entrada de la luz natural.
Cuando piensas en un típico salón clásico, seguramente pensarás en las molduras en paredes, la chimenea y hasta el techo. Estas van a ayudar a brindar mayor simetría al espacio y se recomiendan diseños con figuras clásicas, de hojas o flores.
Generalmente las molduras suelen ser de color blanco, porque ofrecen mayor luminosidad y armonía para combinar los muebles y accesorios. En la chimenea conviene los patrones naturales como hojas de parra o ramas.
La intención en este caso es reforzar la calidez que otorga el mobiliario así como los elementos que lo complementan. Por tanto, conviene colocar lámparas que permitan regular la intensidad de la luz y combinar con pantallas que hagan más tenue la iluminación.
Lo ideal son grandes lámparas centrales tipo candelabro con decoraciones en cristal y bombillas alargadas. Se pueden complementar con lámparas de pie o para una mesa, con una pantalla decorado con una tela de brocado.
Este es el momento de experimentar con tu creatividad y mostrar tu buen gusto, al elegir objetos que realcen los muebles y la decoración general. Opta por jarrones altos, si es posible en parejas, objetos de plata y figuras decorativas de porcelana.
Un elemento que dará un toque especial a tu salón es una campana de cristal con flores de cera, colocada en una pequeña mesa. Tampoco olvides las alfombras en colores un poco más fuertes, para dar contraste y reforzar la calidez del entorno.
Es el material principal de cualquier decoración clásica, porque es la que aporta la solidez típica de este estilo. Si optas por el clásico francés, encontrarás muebles de madera lacada o pintada en colores claros como el blanco con tonos dorados.
Si eres de los que prefiere el clásico inglés, lo más adecuado son elementos de madera en sus tonos naturales. Particularmente convienen maderas nobles de tonos oscuros, que además son atemporales.
Para mejorar la sensación de amplitud de un espacio, los espejos son un elemento imprescindible y si el salón lo permite, lo ideal es uno de gran tamaño. La clave está en el marco, que debería ser grande y rebuscado, para dar mayor elegancia.
Para un clásico francés sigue jugando con el dorado, pudiendo incluir algunos elementos que vayan más hacia el barroco. En el estilo inglés, debes reforzar la solidez con un marco grande y de líneas simples y rectas.
Un salón clásico no estará completo sin algunos accesorios que ofrezcan una sensación de intimidad familiar. Para esto, colocar sobre la chimenea las fotografías familiares será el complemento perfecto al ambiente cálido que quieres lograr.
Para los cuadros elige pinturas también de estilo clásico, siendo muy utilizadas las de temas religiosos o que representan estampas de la naturaleza. Para las fotografías puedes optar por grandes marcos de plata, mientras que los cuadros irán bien con marcos de madera.