¿No terminas de decidirte entre un futón y un sofá cama para tu habitación, para el cuarto de invitados o para el salón? En este artículo nuestros expertos te cuentan cuáles son las principales diferencias entre un futón y un sofá cama para que puedas valorar que tipo de mueble de descanso es el que más te interesa ubicar en tu hogar.
Si bien los futones, por definición originariamente son una especie de camas tradicionales de japón formadas por un colchón y una funda plegables unidas que se pueden guardar durante el día y se extienden encima de unas esterillas en el suelo en realidad en la actualidad en Europa se ha tomado este concepto de futón y se ha transformado para elaborar una especie de fundas rellenas de algodón o de espuma que se utilizan junto con bastidores en forma de colchones. Así, los colchones se pueden plegar para guardarlos o que hagan de sofá y también se pueden desdoblar para utilizarse a modo de camas. Entonces en nuestra cultura los futones son colchones doblados sobre bastidores metálicos o de madera donde nos podemos sentar y después transformarlos en cama cuando los necesitemos.
Es por ello que los futones pueden concebirse como un tipo de sofá camas, pero hay algunas diferencias entre estos dos tipos de muebles de descanso. Las principales las encontramos entre los componentes de ambos elementos. Los sofás cama tradicionales no cuentan con colchones que son directamente los asientos mientras que los futones sí cuentan con unos colchones de algodón que se usan a modo de sofá y también a modo de cama, con lo que lógicamente se desgastan mucho más y pueden llegar a ser un poco menos higiénicos.
Además con el sofá cama puedes guardar las almohadas y dejar la cama hecha para usarla cuando lo necesites. Los bastidores también harán de somier en los futones y por tanto son mucho más sencillos y simples, siendo la mejor alternativa si quieres ahorrar espacio o quieres decorar tu hogar con muebles funcionales de estética minimalista.
Aunque para muchas personas sin duda teniendo en cuenta estos puntos el sofá cama es la mejor alternativa, realmente la decisión no resulta tan sencilla porque el futón también tiene muchas ventajas.
En primer lugar que, como enunciábamos más arriba, los futones son mucho más funcionales porque los pequeños bastidores no ocupan casi espacio, siendo la mejor opción para los ambientes informales y las estancias más pequeñas que busquemos decorar con sencillez de forma minimalista e incluso a las que queramos agregar un toque oriental.
Los sofá cama son mucho más naturales, así que serán la mejor alternativa para los amantes del medio ambiente y de los materiales naturales porque suelen estar compuestos de madera, lino y algodón. Por otro lado, el precio de los futones siempre tiende a ser mucho más económico que el de los sofá cama clásicos. Estos últimos tienen mucha más tela, un mecanismo más complicado, más tapicería y además resultan mucho más pesados de montar y desmontar cuando vayamos a utilizarlos, aunque como decimos tienen la ventaja de que podemos dejar la cama hecha y con esto ahorraremos algo de tiempo.
En conclusión, para poder elegir entre uno u otro es muy importante valorar nuestras necesidades concretas, el espacio del que disponemos, la estética de la habitación, el sitio en que vamos a ubicar el futón o el sofá cama y en general el uso que le vamos a dar para poder escoger el diseño y tipo de mueble de descanso que mejor se adapte a nuestras necesidades en cada momento.